Soy gentil pero hipócrita. Sé lo que tengo que hacer, pero soy perezoso. Tengo automóvil pero no a donde ir. Me siento bien cuando madrugo pero nunca lo hago. No desayuno ni ceno pero engordo. Soy zurdo, pero pateo con la derecha. Me burlo de la vanidad de la gente pero acabo de subir unas fotos a las red. Critico a la iglesia pero me persigno. Quiero la felicidad de los que me rodean pero soy envidioso. Soy egocéntrico pero me molestan los halagos. Soy flemático pero no para ver fútbol o discutir con mi mamá. Soy desordenado pero odio la suciedad. Odio la suciedad pero no cuando es Domingo...

sábado, 17 de marzo de 2012

El cliente siempre tiene la razón



El papel del Hincha en la próxima asamblea, será más importante como hincha de Millonarios, que como socio de Azul y Blanco S.A.


Hernán Levy, presidente de Blanco y Negro SA, sociedad que administra actualmente al popular equipo chileno Colo Colo, sorprendió hace unas horas a la opinión pública no sólo chilena, sino latinoamericana, al anunciar la renuncia a la búsqueda de su reelección, en las próximas elecciones de abril, lo que en términos prácticos podría tomarse como una renuncia a su cargo. Luego de unos años de resultados brillantes a nivel deportivo, y de posicionarse como una potencia en Suramérica, Colo Colo tuvo un nefasto año 2011, con pésimos resultados deportivos, a la zaga de su archirrival, la Universidad de Chile y gastando dinero a raudales, y con un comienzo de 2012 que mostró un rumbo equivocado y poco alentador. Y digo que sorprendió a propios y extraños, no porque mereciese continuar en el cargo (está claro que Levy debía irse), sino por la forma en que ésta se produjo: cuando la hinchada del equipo chileno le dio la espalda en la cancha, y ante reiteradas manifestaciones de desaprobación, Levy sintió que no tendría la cohesión suficiente para gobernar, viéndose obligado a dimitir. En un medio latinoamericano tan particular, donde estamos acostumbrados a padecer malas administraciones en todos los ámbitos, donde los que ocupan las plazas más poderosas esperan irse solamente “por las malas” y no con dignidad, donde personajes como Julio Grondona llevan décadas ostentando un poder que no merecen, o para hablar localmente, donde vemos ejemplos como el de Millonarios, que sólo hasta el año pasado pudo librarse del yugo que lo sometió durante décadas; decisiones como las de Levy son un mensaje alentador.

Millonarios Fútbol Club vive un momento delicado. Luego de un aceptable año 2011 (o bueno si se compara con los desastres de años anteriores), y cuando se esperaba un año 2012 mejor, acorde con el “proceso” que han promocionado sus dirigentes y cuerpo técnico, el equipo presenta un bajísimo nivel deportivo. No sorprende. Desde la pretemporada se anunciaba tal rendimiento, con unos jugadores de dudoso nivel que se incorporaron al equipo en calidad de refuerzos, y con un director técnico que cada día parece más confundido. Lo que realmente ha sido sorpresa, es el manejo administrativo del equipo, el cual se llegó a catalogar como modelo a seguir en el país. Se han conocido, en investigación de Luis Gabriel Jiménez y Mauricio Gordillo para losmillonarios .net, los estados financieros de Azul y Blanco SA. Y más allá de que los números no puedan afirmar con veracidad total el estado actual del club, pues como el mismo informe lo dice, se desconocen algunos detalles para esclarecer todo, lo cierto es que la situación económica del club no es la que muchos hinchas, dentro de los que me incluyo, esperábamos. No me refiero a los datos de flujo de caja, ingresos y egresos, porque pensar en una institución boyante y con superávit en una etapa tan temprana, sin haber salido a la bolsa de valores y con varios compromisos por cumplir, adquiridos por la anterior corporación, es algo difícil. Lo que no se esperaba, y sorprende mucho, por ejemplo, es que el valor de la acción se depreciara luego de prácticamente un año de administración. No sé bajo qué parámetros se establezca éste indicador ni muchos otros, y tendrán que ser aclarados, para beneficio de todos los socios y de la hinchada en general.

Nadie pretende terminar con éste proceso, que en un año nos ha devuelto la ilusión a todos los hinchas y nos permitió alejarnos de aquellos nefastos personajes que manejaban el Club a su antojo en el pasado. Acompañar el proceso no sólo implica apoyo al mismo, sino también vigilancia. Por el bien del mismo, las dudas sobre su administración y sobre las políticas de contratación deportiva deben ser aclaradas. Ninguna empresa está exenta de cometer errores, de tomar malas decisiones, de invertir su dinero erróneamente. Pero es ahí cuando se debe buscar que se tomen las medidas necesarias para que no se vuelvan a repetir los desaciertos. 

Los que piensan que Millonarios Fútbol Club se democratizó están muy equivocados. De hecho, y sin comparar las calidades morales de sus dirigentes, es una estructura similar en algunos aspectos con la estructura pasada de López, García y Rendón. ¿Por qué? Porque las decisiones que marcan la ruta del equipo, el poder de la sociedad, estarán concentradas en los socios que hayan invertido más dinero. Desde luego que todos los socios cuentan con voz y voto en la asamblea, pero las decisiones siempre serán tomadas por los 3 o 4 socios mayoritarios. En otras palabras, una situación casi igual a la Corporación anterior. No esperen que la estructura actual garantice por sí sola el éxito. Tenemos que ser consientes de que, al menos hasta que las acciones no salgan a la bolsa de valores (lo cual es urgente), el papel más relevante de los hinchas, socios minoritarios, dentro de Azul y Blanco S.A. - pero no de Millonarios - ya se cumplió y fue el de haber ayudado a cumplir con un requisito legal para la constitución de la nueva sociedad y la salvación inicial del equipo. Nuestro deber ahora es no quedarnos cruzados esperando que decidan por nosotros, no dejar que la historia se repita. No hace falta ser socio de Azul y Blanco para exigir, opinar y decidir sobre lo concerniente a Millonarios. Lo acontecido en Chile con Levy lo demuestra: sin necesidad de estatutos o asambleas, de porcentajes de participación o membrecías, el hincha de Colo Colo, por sobre el socio de Negro y Blanco, decidió lo que quería para su equipo (en éste caso, que el presidente no continuara en su cargo). 

Apoyemos, opinemos, exijamos. No como socios de Azul y Blanco, sino como hinchas de Millonarios. Participemos activamente, no sólo en la asamblea que está por venir, sino en todos los ámbitos disponibles. En el estadio. Estamos mucho mejor que hace un par de años, pero eso no nos obliga a renunciar a nuestro derecho de opinar, como muestra de “agradecimiento eterno” a nuestros nuevos dirigentes. Participemos activamente en la próxima asamblea. No como socios, donde tenemos asignada una minoría porcentual, sino como hinchas donde tenernos asignada la mayoría conceptual: No hay negocio que pueda funcionar sin clientes. No hay equipo que pueda sustentarse sin hinchas. El cliente siempre tendrá la razón. Eso no está en los estatutos, pero todas las empresas lo cumplen…





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